Sacerdocio y pederastia
Hace tiempo
que la prensa anticatólica mundial y otros movimientos ideológicos, algunos por
ejemplo que defienden “el derecho al aborto”, propugnan y sostienen a los
cuatro vientos que «los sacerdotes son pederastas». Por desagracia se han dado
numerosos casos de sacerdotes que abusaron de menores en distintos lugares del
mundo. No los negamos. No los escondemos. No los protegemos. Al contrario, nos
da dolor y vergüenza. En cuanto que significa un delito y un crimen a la
dignidad de la persona –la víctima-, el imputado es iniciado en un doble
proceso judicial: uno canónico y otro penal. En cuanto al canónico –que
corresponde a la Iglesia- el Código de Derecho Canónico (n. 1392, 5) lo castiga
con la pérdida del estado clerical.
Cualquiera
que ingresa a la página web del Vaticano (www.vatican.va), se encuentra en la
portada con un link que dice en italiano: Abuso
sui minori. La risposta della Chiesa (Abuso contra menores. La respuesta de
la Iglesia). Por supuesto que la página puede traducirse al español. En ella se
encuentran, entre otras cosas, todos los documentos referidos al tema de la
pederastia, particularmente de los casos más resonados en Estados Unidos,
Irlanda y Alemania.
Según la
encuesta de Philip Jenkins –encuestador no católico- y que constituye el
estudio de mayor amplitud del tema hasta la actualidad, el 0, 3 % de los
sacerdotes es pederasta. La prensa anticatólica, lógicamente, no toma esta
cifra, al contrario, habla del 2% o del 5%. O incluso más. La idea –en la
prensa secular anticatólica- no es la preocupación por las víctimas de los
abusos, sino el desprestigio de la Iglesia. De hecho, en la actualidad, la
institución mundial que más hace para combatir la pederastia es la Iglesia
Católica.
Esta prensa
anticatólica habla de los sacerdotes pederastas, casi como si todos lo fueran. Sin
embargo, por cada sacerdote pederasta hay miles de sacerdotes que buscan cada
día ser fieles a pesar de sus pecados. De ellos nadie habla. Nadie los
defiende.
Insisto: aunque
existiera un solo sacerdote pederasta es un dolor muy grande que nos
avergüenza. Lo digo como sacerdote, y lo digo también como periodista que
conozco como trabaja la prensa secular anticatólica. Y de comprobarse la
culpabilidad de ese sacerdote, debe aplicarse con todo rigor lo que dice el
Derecho Canónico y las actuales legislaciones de la Iglesia. Y debe compartir
una celda común en la cárcel.
Se ha dicho
que el papa Juan Pablo II protegió a Marcial Maciel, el fundador de los
Legionarios de Cristo. Lo que sí sabemos, sobre todo por el estudio minucioso
de la beatificación y canonización del Papa polaco es que el Pontífice, cercano
al mejicano Maciel, desde el momento en que empezó a recibir denuncias en
contra de ese sacerdote, ordenó al entonces Prefecto de la Congregación para la
Doctrina de la Fe –luego papa Benedicto XVI- que se abra una investigación.
Juan Pablo II murió sin ver el resultado. Fue el propio Benedicto XVI que, en
2006, condenó a Maciel a llevar una vida de penitencia hasta su muerte y le
retiró la potestad de celebrar los sacramentos. De modo que no es cierto que
Juan Pablo II protegió a pederastas. Él mismo ha dicho a los cardenales de
Estados Unidos en 2002: “El abuso sexual de menores con razón es considerado un
crimen por la sociedad, y es un pecado horrible a los ojos de Dios,
especialmente cuando lo perpetran sacerdotes o religiosos, cuya vocación es
ayudar a las personas a llevar una vida santa ante Dios y ante los hombres”.
Con el
pontificado de Benedicto XVI se profundizó aún más la no tolerancia de los
abusos. Con él se empleó la frase “tolerancia cero”, referidos a los casos de
pederastias por parte de algunos ministros de la Iglesia. Y así lo hizo. En la
misma página del Vaticano que hice referencia más arriba se puede ver. Incluso
escribió una carta a los católicos de Irlanda sobre el tema de los abusos.
Cuando viajó a Estados Unidos hizo referencia pública del tema. Esto por
mencionar algunas intervenciones y medidas de Benedicto XVI.
Y el papa Francisco
creó recientemente una Comisión especial para investigar supuestos casos de
abusos a menores y ayuda a las víctimas. Y hace poco mencionó el tema, al decir
que “con los chicos no se juega”. Pidió nuevamente perdón, sentenció que la
Iglesia no dará un paso atrás en el tema de los abusos y dijo que se “hace
cargo” de este mal sin nombre perpetrado por algunos miembros del clero.
Por último,
pienso no sólo en las víctimas de abuso por parte de algunos religiosos. Casi a
diario escucho a personas que me cuentan que, en su niñez, fueron abusadas
sexualmente por su papá o padrastro. Pero no concluyo con esto que todos los
padres y padrastros abusan de sus hijos o hijastros. Sin embargo, en ningún
programa de TV veo ni escucho que traten este tema. También se registraron
numerosos casos en instituciones educativas, en profesores de educación física,
etc. Y otras instituciones. Tampoco concluyo que todos los docentes o
profesores de educación física son abusadores de menores. Pensar así no es compatible
con un ser inteligente y libre. Repetir a diestra y siniestra lo que dice la
prensa anticatólica me hace dependiente y esclavo de cualquier ideología. Yo
prefiero quedarme con la realidad cruda y hacer algo por ella, pero manteniendo
mi libertad, incluso de pensamiento, y no permitir que otros piensen por mí.
Y a todos
aquellos que desprestigian a la Iglesia por este tema, los invito a que si
saben de algún sacerdote abusador, con pruebas en la mano, que vayan en este
instante a denunciarlo. Y esto es válido para cualquier abusador de menores,
sea papá, padrastro, educador o quién sea.
Pbro.
Gustavo Yatuzis
Sacerdote
Periodista
03/05/2014
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